Fragancia a Viernes
Solo sé que a través de esa mirada pude ver su alma, y dentro de ella una luz inquebrantable, parecía un mirada desolada y de despedida; sea cual fuese el sentido que ésta tenía, el destino quería que esa mirada se vuelva encontrar otras tantas veces con la mía.
Por una millonésima fracción de segundo que en realidad esto era, para mi era el momento más sublime y perdurable que pudiese existir en todos los confines del tiempo.
Ahora esa mirada no está aquí y queda aún mucho por contar, mucho por vivir...
Es por eso que aquella mirada solo puede tener aroma a viernes, por que ese perfume que emite el día viernes es de júbilo, es de desestrés y de olvido, de transición de lo malo hacia lo bueno; cual línea divisoria en el círculo del Yin y Yang; eso es, ese bendito olor que transporta a hasta el paraíso.
Ahora ya no es viernes, ya es lunes, pero tu mirada dejó impregnada en mí esa bendita fragancia.
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